El Primer año de casado y cómo superarlo de manera positiva y pasar al 2do año.
¿365 días de amor, guerra, tregua o bendiciones?
Todo parte desde aquí. Genesis 2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre y serán una sola carne.
Debemos de unir nuestras expectativas a la realidad, no podemos hacernos sueños de la otra persona que no se van a cumplir, debemos ser realistas. Usted se está uniendo a una persona con valores, hábitos y costumbres diferentes.
Encontrarán muchas diferencias que solo con un diálogo es que se aclararán. Encontrarás cosas que para ti quizás es normal y para la otra persona es el fin del mundo o quizás lo vea como que no es nada.
No es mala intención más bien, es la comunicación de cuales son nuestras expectativas de ciertas cosas o ciertos detalles.
La buena definición de los temas de la casa, el diario vivir por más mínimo que sea son de suma importancia para la nueva pareja.
Es usual escuchar la emoción de los preparativos y felicidad que lleva el sacramento entre dos personas, los sueños del futuro deseado en conjunto, empezar a planificar una boda y compartir con nuestros seres queridos y amigos el escenario ideal planeado.
Pero ¿qué ocurre después de terminada la ceremonia y la fiesta? y muchas veces en la misma ceremonia de bodas, el estrés nos invade y algunas veces se pierde el control.
Es aquí donde empieza los retos del convivir juntos y el matrimonio en realidad.
Uno se enamora de un cuerpo, pero se casa con el carácter: Dice Sixto Porras, Director regional para Iberoamérica de Enfoque a la familia.
La convivencia en pareja, las altas y bajas, los momentos de tensión, la creación de nuevas reglas, la reestructuración de roles y demás, ahí es donde empieza un periodo de transición, de reajuste en las dinámicas conocidas al nuevo matrimonio.
“La disminución en el amor y la capacidad de respuesta, así como un aumento en la ambivalencia dentro de los dos primeros años de matrimonio puede ser una antesala del divorcio.
Según estudios del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC) de Panamá, en el 2019 se presentaron más de 800 divorcios en parejas con menos de 5 años de matrimonio y más de 1,800 divorcios entre los 5-14 años de matrimonio, siendo estos periodos los más elevados en tasa de divorcios. Considerando esto, se puede argumentar que los primeros años de matrimonio son un periodo esencial y determinante en la relación de pareja a largo plazo.
Particularmente, la complejidad de los primeros años de matrimonio se debe a diferentes factores, tales como: la convivencia de forma rutinaria, conocer gustos y hábitos de la pareja, como también principios y valores individuales no aclarados antes de entrar al sacramento del matrimonio.
Es un momento donde ambos miembros están adaptándose a vivir lejos del ambiente que antes conocían, donde es común incluso extrañar ese ambiente y la convivencia con las personas que formaban parte de él.
Investigadores han encontrado que las parejas que se divorcian en los 2 primeros años de convivencia experimentan sentimientos negativos entre ellos y desilusión en los 2 primeros meses posteriores al matrimonio, por eso es crucial y sabio la buena comunicación y no el distanciamiento.
Las parejas recién casadas son más propensas a sentirse poco satisfechas con su relación por tener expectativas poco realistas o experimentar ajustes inesperados en su dinámica, entre los cuales destacan: decepción frente al otro, responsabilidades compartidas, roles en la relación, relaciones sexuales, las “pequeñas cosas”, entre otras. Bien lo dice Cantares 2:15 Cazad las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas.
No nos dice que si queremos, nos dice que las eliminemos, cuando se van perdiendo los detalles, un te amo, un beso cuando se va y cuando llega (como mínimo) entre otros detalles que no deben pasar por alto y que tienen que permanecer activo aunque tu pareja no te corresponda igual.
Para eso existe el diálogo. No es que tu pareja tiene la obligación no no, es que usted no debe de darse por vencido, si tu pareja no te corresponde igual.
En adicional al proceso de mudanza y cambio físico de vivienda, también se incorpora al día a día de la nueva familia, los trabajos, la dinámica de responsabilidades de la casa, los oficios, finanzas, manejo de situaciones cotidianas, entre otros. Tomando todas estas variables en consideración, se torna necesario poder tener espacios para conversar sobre estos temas en un ambiente tranquilo y sin estrés.
Los temas hay que tratarlos una vez aparezcan. Recuerden cazad las zorras pequeñas.
¿Cómo hacer los ajustes necesarios para que la transición no sea algo inesperado?
Tener estas tres ideas en mente pueden ayudar a aclarar el ambiente y cazar las zorras pequeñas.
Tener salidas o “citas” para conversar
Estas citas no son la manera de justificar alguna situación, no podemos esperar tener una situación para entender que debemos tener un tiempo junto a solas. Las soluciones no se buscan en medio del calor del momento, pueden distinguir cuando hay una zorra pequeña en su viñedo como dice en Cantares 2:15 pueden aclarar los temas, antes de que se agudicen. Hay mayor lucidez y paz a la hora de exponer el tema porque las raíces no están profundas y ayuda a que se ubiquen en la misma página y que se definan prioridades con mayor facilidad.
No negar que van a existir los conflictos: conversar y tener un “plan de acción” no significa que no van a existir desacuerdos o que éstos se deben evitar para vivir en paz. Es necesario hablar y buscar soluciones. En momentos de tensión, también es válido tomar un tiempo individual para calmarse y luego retomar la conversación en pareja. Es mejor pausar una conversación a que ésta se salga de control.
¿Cómo dialogar de temas en busca de soluciones, para que estos no sean en adelante un problema mayor en el matrimonio?
A continuación, tres aspectos importantes para considerar al momento de conversar en pareja:
Explorar y tener claridad de las expectativas tanto individuales, como de pareja en cuanto a diferentes temas: conversar sobre paternidad/maternidad, el deseo o expectativa de ambos con relación a hijos, sentar base en cuanto a la crianza de éstos, decidir sobre el manejo de finanzas, establecer límites con la familia de origen, entre otras.
Negociar tiempo: Estar casados o vivir juntos no implica tener que pasar todo el tiempo en pareja, no podemos asfixiar la pareja. Es importante tener momentos para compartir con familia extendida, amigos, salir solos y demás. Si bien es cierto el tiempo en pareja es importante, también lo es el tiempo de cada individuo a solas. Dice la biblia en Eclesiastés 3 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
Tanto aspectos básicos, como complejos: hacer las compras, organizar presupuestos, hacer pagos de la casa y de las cuentas, los oficios del hogar, alimentación, organización, distribución de los ingresos etc.
Es importante tomar en cuenta que estas conversaciones tienen la finalidad de alinear a la pareja en su visión de futuro, por lo que es valioso que se den en un espacio seguro, donde ambos puedan ser vulnerables entre sí, aquí nadie manda aquí nos ponemos de acuerdo.
Esta nueva dinámica implica trabajo en equipo y, por ende, es imprescindible la planificación y detalles de todos los temas. Abrir estos espacios de conversación puede ayudar a mantener un ambiente armonioso y respetuoso entre los miembros de la pareja, así como también evitar que los conflictos escalen en un momento de tensión.
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Escuche esta Bendición de Enfoque a la familia Con Sixto Porras
Descubra esta bendición sobre cómo enfrentar con sabiduría los primeros años de matrimonio.
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Sabes algo? no todos superar el primer año, es lamentable decirlo pero muchos hijos de padres divorciados por no superarlo.
Te motivamos a que sigas la guía y puedas con este reto, yo pude y tengo 15 años así que tú puedes y pídele a Dios que te dé fuerza y sabiduría para llevar la relación.